Tierra de cometas. Keith Roberts
Cada día, a lo largo de todas las fronteras del Reino, las cometas vuelan para protegerlo del regreso de los demonios. Tras la cometa piloto se lanzan los conos y elevadores, que sostienen el cesto donde los aeronautas, armados con pistolas y libros sagrados, hacen guardia. Pues esta es la doctrina de la Iglesia Variante, espina dorsal de la sociedad surgida tras la catástrofe: que los demonios vuelan por el aire y tienen forma de pez, plateados y con aletas y que de la misma manera que Dios salvó al Reino en su infinita sabiduría, sólo la vigilancia constante impedirá que las Malas Tierras que lo rodean arrojen sobre él su aliento mortífero y los demonios terminen su labor de destrucción.
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