Castigos y documentos de Sancho IV: El medio amigo
Demandó un sabio a su hijo por probar y díjole:
-Dime, hijo, ¿cuántos amigos has? Pues yo, tu padre, soy el mejor y mayor amigo que tú has, y soy muy viejo y estoy en tiempo de ir do están muchos.
Y el mozo le dijo:
-Padre, señor, sabe que yo tengo bien ciento buenos amigos de quien yo fío mucho.
Y el buen padre comenzó a hacer escarnio, maravillándose mucho cuando lo oyó decir. Y dijo:
-Oh hijo mío. ¿cómo puede ser que yo he más de cien años y nunca pude haber más de un medio amigo y tú no has aún treinta años y dices que tienes ciento? Y por cierto, yo no moriré con esta lástima hasta que yo pruebe estos tus cien amigos y este mi medio amigo.
El buen hijo respondió y dijo:
-¿Cómo señor padre se pueed esto hacer?
Y el padre le dijo:
-Hijo, yo te lo diré. Toma aquel becerrillo chiquillo que tenemos aquí en casa, mátalo y hazlo todo puestas y échalo en un saco. Y desque fuere vendida la noche, Echalo a cuestas, y hazte muy triste y vete a la casa del tu más amigo y llama a la puerta. y como saliere el tu amigo, dile que vienes con prisa que , viniendo por la calle, salieron hombres a ti por te matar y robar, y tú defendiéndote fue ocasión que mataste uno de ellos y porque la justicia no creyese que tú lo mataste, que lo traes metido en aquel saco, y que por Dios que te lo ayude a encubrir en su casa por que no muers por ello: y si vieres que lo hace buenamente, ten que es tu amigo...
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